miércoles, 26 de agosto de 2009

QUE BELLEZA


Son muchos los atractivos que a propios y extraños ofrece la Ciudad de Ibagué; uno de ellos, la belleza y deleite que produce la florescencia de los ocobos, que ocurre dos veces en el año. Debido al invierno, la florescencia del primer semestre fue baja pero en agosto la sabia naturaleza nos prodiga su regalo maravilloso. En la 37 con Guabinal encontramos este ocobo blanco que ofrece un espectáculo exuberante de belleza y contraste frente a su similar rozado. Disfrutemos este esplendor.
Esp. Ramiro Rodríguez O.